martes, 6 de noviembre de 2007

Navarro: "Está siendo bastante difícil. La cuestión de la lengua es importante y me cuesta mucho entender a los compañeros"

Estas declaraciones de Navarro a La Vanguardia es un síntoma de lo mal que hacemos las cosas a veces: se supone que Juan Carlos lleva bastantes años intentando dar el salto a la NBA y resulta que... "Cuando ya sepamos bien el calendario, empezaré mis clases de inglés".
Mi tirón de orejas no le debería doler demasiado a Navarro porque es para repartir: esto les pasa a muchos deportistas que, por destacar mucho en su trabajo, y a pesar de que su privilegiada profesión les permitiría dedicar el tiempo y al dinero necesario para aprender alguna cosa más, parecen no querer ver más allá de sus obligaciones de entrenamientos y partidos.

Las personas "normales" tenemos que pasarnos años completando nuestra formación para llegar a alguna parte, y en el ámbito empresarial lo de "cuando ya tenga el puesto y me haga a la idea, ya empezaré mis clases de [inglés]" (o lo que sea) sería motivo de descarte inmediato y permanente por parte del head hunter o del responsable de recursos humanos, por muy bien que tu currículum dijera que el trabajo en cuestión lo tienes dominado.

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